Pestañas

jueves, 30 de agosto de 2012

Bayer tiene nueva división de imágenes diagnósticas



Bayer HealthCare anunció la creación de su nueva división Radiología & Intervencionismo (R&I), la cual nace luego de la integración de su filial MEDRAD Inc. y la unidad de Bayer de Imágenes Diagnósticas.


Bogotá. De acuerdo con Juan Carlos Rueda, Marketing Manager de R&I para la Región Andina y Cono Sur, “el objetivo de la integración de los medios de contraste de Bayer y MEDRAD, es ofrecer una propuesta única de valor para el cliente que permita el desarrollo de productos y soluciones innovadoras que mejoren la salud y los resultados para los pacientes y proveedores de Colombia y el mundo.”

Con la nueva unidad de negocio, Bayer fortalece su liderazgo mundial en soluciones innovadoras y de alta calidad de imágenes diagnósticas e intervencionismo. Según comentó Jaime Murata, principal responsable de R&I para Latinoamérica, “mediante la combinación de radiología, medios de contraste, imágenes y dispositivos terapéuticos, Bayer ha desarrollado un paquete enfocado en el cliente, diferenciándose así de nuestros competidores y reforzando nuestro compromiso de impulsar la innovación y el desarrollo de nuevos productos”.


“En Colombia, una de las mayores ventajas de operar como R&I es la de enfocarse en soluciones integrales, como fue el caso del Hospital El Tunal en Bogotá, Fundación Valle de Lili en Cali y Clínica Las Américas en Medellín, en donde los equipos de Imágenes Diagnósticas y MEDRAD trabajaron en conjunto ofreciendo atención al cliente, inyectores y dispositivos”, concluyó Juan Carlos.

Según Joao Shumann, Líder Regional de R&I para Andina y Conosur, “Bayer encabeza el mercado mundial tanto de medios de contraste, como de inyectores, con una participación de mercado del 65%”. Joao también comentó que en Colombia “este año se lanzaran al mercado uno o dos medios de contraste nuevos, que van a representar una seguridad incluso mayor para el paciente y una mejor imagen que garantizará al radiólogo un mejor diagnóstico del paciente.”




Bayer tiene nueva división de imágenes diagnósticas



Bayer HealthCare anunció la creación de su nueva división Radiología & Intervencionismo (R&I), la cual nace luego de la integración de su filial MEDRAD Inc. y la unidad de Bayer de Imágenes Diagnósticas.


Bogotá. De acuerdo con Juan Carlos Rueda, Marketing Manager de R&I para la Región Andina y Cono Sur, “el objetivo de la integración de los medios de contraste de Bayer y MEDRAD, es ofrecer una propuesta única de valor para el cliente que permita el desarrollo de productos y soluciones innovadoras que mejoren la salud y los resultados para los pacientes y proveedores de Colombia y el mundo.”

Con la nueva unidad de negocio, Bayer fortalece su liderazgo mundial en soluciones innovadoras y de alta calidad de imágenes diagnósticas e intervencionismo. Según comentó Jaime Murata, principal responsable de R&I para Latinoamérica, “mediante la combinación de radiología, medios de contraste, imágenes y dispositivos terapéuticos, Bayer ha desarrollado un paquete enfocado en el cliente, diferenciándose así de nuestros competidores y reforzando nuestro compromiso de impulsar la innovación y el desarrollo de nuevos productos”.


“En Colombia, una de las mayores ventajas de operar como R&I es la de enfocarse en soluciones integrales, como fue el caso del Hospital El Tunal en Bogotá, Fundación Valle de Lili en Cali y Clínica Las Américas en Medellín, en donde los equipos de Imágenes Diagnósticas y MEDRAD trabajaron en conjunto ofreciendo atención al cliente, inyectores y dispositivos”, concluyó Juan Carlos.

Según Joao Shumann, Líder Regional de R&I para Andina y Conosur, “Bayer encabeza el mercado mundial tanto de medios de contraste, como de inyectores, con una participación de mercado del 65%”. Joao también comentó que en Colombia “este año se lanzaran al mercado uno o dos medios de contraste nuevos, que van a representar una seguridad incluso mayor para el paciente y una mejor imagen que garantizará al radiólogo un mejor diagnóstico del paciente.”




miércoles, 29 de agosto de 2012

El sistema de imágenes Discovery IGS 730 de GE está por llegar a Europa



GE Healthcare ha recibido la Marca CE para sus sistema intervencionista de imágenes, el Discovery IGS 730.   El sistema consiste esencialmente de un robot de brazo en C con la potencia de un rayos X fijo, que puede desplazarse rápidamente hacia y desde la mesa quirúrgica según sea necesario.
 
El dispositivo incluye un sistema de navegación guiado por láser que le proporciona al robot su localización exacta en todo momento.  Sus ruedas auto-motorizadas y sus sensores de suelo ayudan al sistema evitar pisar piés o cables, y su movimiento predecible ayuda a mantener el equipo quirúrgico fuera del camino cuando se acerca o aleja del paciente.
 

De GE:
El Discovery no está montado ni en el piso ni en el techo, pero tiene la movilidad de un brazo-C con la potencia y calidad de imagen de un sistema fijo. Incorpora una innovación revolucionaria utilizando un pórtico (móvil) motorizado guiado por láser, con un brazo en C de diámetro amplio, permitiéndole a los cardiólogos realizar procedimientos complejos mínimamente invasivos en un entorno quirúrgico, ya que permite el acceso completo al paciente desde ambos lados de la mesa mientras se mantiene la esterilidad. El movimiento es predecible y preciso, lo que permite un control y posicionamiento exactos en cualquier momento durante un procedimiento, mientras que los lugares de estacionamiento y las distancias de retroceso pueden ser personalizadas para adaptarse a la sala en la que se opera.


Aqui pueden ver a GE presentando su IGS 730 durante la RSNA 2011 en Chicago:






Fuente: medgadget.es

Web del Producto: gehealthcare.com




El sistema de imágenes Discovery IGS 730 de GE está por llegar a Europa



GE Healthcare ha recibido la Marca CE para sus sistema intervencionista de imágenes, el Discovery IGS 730.   El sistema consiste esencialmente de un robot de brazo en C con la potencia de un rayos X fijo, que puede desplazarse rápidamente hacia y desde la mesa quirúrgica según sea necesario.
 
El dispositivo incluye un sistema de navegación guiado por láser que le proporciona al robot su localización exacta en todo momento.  Sus ruedas auto-motorizadas y sus sensores de suelo ayudan al sistema evitar pisar piés o cables, y su movimiento predecible ayuda a mantener el equipo quirúrgico fuera del camino cuando se acerca o aleja del paciente.
 

De GE:
El Discovery no está montado ni en el piso ni en el techo, pero tiene la movilidad de un brazo-C con la potencia y calidad de imagen de un sistema fijo. Incorpora una innovación revolucionaria utilizando un pórtico (móvil) motorizado guiado por láser, con un brazo en C de diámetro amplio, permitiéndole a los cardiólogos realizar procedimientos complejos mínimamente invasivos en un entorno quirúrgico, ya que permite el acceso completo al paciente desde ambos lados de la mesa mientras se mantiene la esterilidad. El movimiento es predecible y preciso, lo que permite un control y posicionamiento exactos en cualquier momento durante un procedimiento, mientras que los lugares de estacionamiento y las distancias de retroceso pueden ser personalizadas para adaptarse a la sala en la que se opera.


Aqui pueden ver a GE presentando su IGS 730 durante la RSNA 2011 en Chicago:






Fuente: medgadget.es

Web del Producto: gehealthcare.com




jueves, 23 de agosto de 2012

La antimateria del PET





Cuando el médico propone que te hagas un PET no nos suena raro. Quizá nos dé un poco de miedo el diagnóstico que se derive de la prueba, pero nos hemos acostumbrado a que estas siglas pertenezcan al ámbito hospitalario. PET significa nada menos que tomografía de emisión de positrones, y es una técnica que involucra a muchas ramas de la ciencia como las matemáticas, la física, la química, la biología, la bioquímica, la farmacia, y por supuesto, la medicina.







Esta técnica ha permitido avanzar en campos tan delicados de la medicina como la oncología (detección de tumores), la neurología (diagnóstico de enfermedades como Alzheimer o Parkinson, y de tumores cerebrales) y la cardiología (distingue entre tejido sano y tejido cardiaco infartado).

Además, esta técnica médica presenta ventajas respecto a otras como el TAC (tomografía axial computerizada) o la resonancia magnética, ya que permite detectar las alteraciones metabólicas, que son anteriores a los cambios anatómicos (detectados por TAC o RM) y así se consigue un diagnóstico precoz de la enfermedad.

Los positrones son la anti-partícula del electrón, es decir, presentan la misma masa y carga contraria al electrón. Su existencia fue predicha por Dirac, y C. D. Anderson fue el primero en detectarlos en la radiación gamma. Lo que les hace tan interesantes para la PET, es que por cada colisión con un electrón, se generan dos fotones, y esto permite (junto con todo lo que explicaremos despacio) la sensibilidad de esta técnica. Para poder utilizar la PET necesitamos, por tanto, generar positrones y esto se consigue mediante un ciclotrón. Este aparato fue inventado por E.O. Lawrence y M.S. Livingston para acelerar partículas. La alta energía cinética generada se puede emplear en reacciones nucleares para obtener los radionúclidos emisores de positrones, que se usan en la PET.





En el ciclotrón, las partículas se mueven en el interior de dos recipientes metálicos semicirculares que están contenidas en una cámara de vacío en el interior de un campo magnético proporcionado por un electroimán. En los ciclotrones actuales se prefiere acelerar iones. En concreto, se suele usar como radionúclido el 18F, que se genera en la reacción nuclear: 18º + protón → 19F → 18F + neutrón, y se conoce como reacción nuclear protón-neutrón (p,n).





Con datos más técnicos, lo que se hace es  acelerar iones hidruro que han sido generados en una fuente de iones situada en el centro del campo magnético, y una vez que abandonan el campo magnético, hacerlos pasar por unas finas láminas de carbono que arrancan los electrones a estos iones negativos, generando protones. Este haz de protones se introduce por unos colimadores y se hace incidir sobre la diana: donde tiene lugar la reacción nuclear.

Hasta aquí la parte de física, ahora entramos de lleno en la química (y farmacia) que se ocupa del diseño de los llamados radiofármacos o antimetabolitos: están compuestos por una molécula análoga a cualquiera con actividad metabólica en el cuerpo humano (o animal) y un radionúclido emisor de positrones, como el 18F o 11C, 13N, 15O, que son considerados trazadores biológicos y que tienen una vida media de 110, 20, 10 y 2 minutos, respectivamente.  El más empleado es el primero ya que, al presentar menor energía de emisión, repercute positivamente en la resolución de las imágenes obtenidas. Además, en su desintegración no se emiten rayos gamma podrían interferir con la detección de los fotones gamma resultantes de la aniquilación electrón-positrón. La molécula más empleada en el diagnóstico PET es la la 2-[18F]-fluoro-2-desoxi-D-glucosa (FDG).








El paciente recibe el radiofármaco por vía intravenosa y debe permanecer en reposo para permitir la incorporación del medicamento a su organismo, y entonces se le realiza la PET. Presenta las ventajas de que al tener una vida media corta, el paciente no está expuesto durante mucho tiempo a la radiación, que en cualquier caso no es peligrosa, siendo la PET una técnica de diagnóstico no invasiva.

Dentro del cuerpo humano, el radionúclido para aumentar su estabilidad emite positrones, que se desplazan una distancia proporcional a la energía de emisión y que al colisionar con un electrón, generan dos fotones, siguiendo la conocida ecuación de Einstein de E=mc2, que son emitidos a 180º el uno respecto al otro.

Por ejemplo, aplicado a la oncología (y aquí ya entramos en la biología y bioquímica humanas): en los estudios PET-[18F]-FDG, se observa un incremento en la glucólisis de las células tumorales. Es decir, aumenta el metabolismo de la glucosa y la producción de lactato mientras se observa una reducción de las rutas oxidativas. Como este radionúclido es análogo de la glucosa entra en la membrana celular empleando los mismos transportadores como glucosa (GLUT).Después, es fosforilada a [18F]-FDG-6-fosfato por la enzima hexoquinasa. Pero este metabolito ya no es un sustrato para las enzimas posteriores y en consecuencia se captura y acumula en el interior de la célula, siendo proporcional al metabolismo de la glucosa.

El tomógrafo PET permite la detección de los fotones por medio de bloques detectores en disposición anular, que rodean al paciente (360º), y que están hechos de tubos fotomultiplicadores con cristales de óxido de germanio y potasio. La señal obtenida se recoge en el ánodo. Pero…, ha de ser interpretada… Y para esto se requieren las matemáticas: en 1979GodfreyHounsfield y Alan Cormackconsiguieron el premio Nobel de medicina por su trabajo en el desarrollo de la tomografía computada.





Hoy en día, el estudio PET es el medio de diagnóstico de vanguardia que emplea las propiedades especiales de la aniquilación de los positrones creando así, con la ayuda de un software, imágenes tridimensionales de la biodistribución de un radiofármaco en el organismo. Esto permite representar los procesos bioquímicos in vivo, como por ejemplo: el metabolismo de glucosa del que ya hemos hablado, el transporte de aminoácidos, el flujo sanguíneo, los neurorreceptores, etc. Y también nos sirve de ejemplo como fusión intradisciplinar de distintas ramas de la ciencia, al servicio del hombre.







La antimateria del PET





Cuando el médico propone que te hagas un PET no nos suena raro. Quizá nos dé un poco de miedo el diagnóstico que se derive de la prueba, pero nos hemos acostumbrado a que estas siglas pertenezcan al ámbito hospitalario. PET significa nada menos que tomografía de emisión de positrones, y es una técnica que involucra a muchas ramas de la ciencia como las matemáticas, la física, la química, la biología, la bioquímica, la farmacia, y por supuesto, la medicina.







Esta técnica ha permitido avanzar en campos tan delicados de la medicina como la oncología (detección de tumores), la neurología (diagnóstico de enfermedades como Alzheimer o Parkinson, y de tumores cerebrales) y la cardiología (distingue entre tejido sano y tejido cardiaco infartado).

Además, esta técnica médica presenta ventajas respecto a otras como el TAC (tomografía axial computerizada) o la resonancia magnética, ya que permite detectar las alteraciones metabólicas, que son anteriores a los cambios anatómicos (detectados por TAC o RM) y así se consigue un diagnóstico precoz de la enfermedad.

Los positrones son la anti-partícula del electrón, es decir, presentan la misma masa y carga contraria al electrón. Su existencia fue predicha por Dirac, y C. D. Anderson fue el primero en detectarlos en la radiación gamma. Lo que les hace tan interesantes para la PET, es que por cada colisión con un electrón, se generan dos fotones, y esto permite (junto con todo lo que explicaremos despacio) la sensibilidad de esta técnica. Para poder utilizar la PET necesitamos, por tanto, generar positrones y esto se consigue mediante un ciclotrón. Este aparato fue inventado por E.O. Lawrence y M.S. Livingston para acelerar partículas. La alta energía cinética generada se puede emplear en reacciones nucleares para obtener los radionúclidos emisores de positrones, que se usan en la PET.





En el ciclotrón, las partículas se mueven en el interior de dos recipientes metálicos semicirculares que están contenidas en una cámara de vacío en el interior de un campo magnético proporcionado por un electroimán. En los ciclotrones actuales se prefiere acelerar iones. En concreto, se suele usar como radionúclido el 18F, que se genera en la reacción nuclear: 18º + protón → 19F → 18F + neutrón, y se conoce como reacción nuclear protón-neutrón (p,n).





Con datos más técnicos, lo que se hace es  acelerar iones hidruro que han sido generados en una fuente de iones situada en el centro del campo magnético, y una vez que abandonan el campo magnético, hacerlos pasar por unas finas láminas de carbono que arrancan los electrones a estos iones negativos, generando protones. Este haz de protones se introduce por unos colimadores y se hace incidir sobre la diana: donde tiene lugar la reacción nuclear.

Hasta aquí la parte de física, ahora entramos de lleno en la química (y farmacia) que se ocupa del diseño de los llamados radiofármacos o antimetabolitos: están compuestos por una molécula análoga a cualquiera con actividad metabólica en el cuerpo humano (o animal) y un radionúclido emisor de positrones, como el 18F o 11C, 13N, 15O, que son considerados trazadores biológicos y que tienen una vida media de 110, 20, 10 y 2 minutos, respectivamente.  El más empleado es el primero ya que, al presentar menor energía de emisión, repercute positivamente en la resolución de las imágenes obtenidas. Además, en su desintegración no se emiten rayos gamma podrían interferir con la detección de los fotones gamma resultantes de la aniquilación electrón-positrón. La molécula más empleada en el diagnóstico PET es la la 2-[18F]-fluoro-2-desoxi-D-glucosa (FDG).








El paciente recibe el radiofármaco por vía intravenosa y debe permanecer en reposo para permitir la incorporación del medicamento a su organismo, y entonces se le realiza la PET. Presenta las ventajas de que al tener una vida media corta, el paciente no está expuesto durante mucho tiempo a la radiación, que en cualquier caso no es peligrosa, siendo la PET una técnica de diagnóstico no invasiva.

Dentro del cuerpo humano, el radionúclido para aumentar su estabilidad emite positrones, que se desplazan una distancia proporcional a la energía de emisión y que al colisionar con un electrón, generan dos fotones, siguiendo la conocida ecuación de Einstein de E=mc2, que son emitidos a 180º el uno respecto al otro.

Por ejemplo, aplicado a la oncología (y aquí ya entramos en la biología y bioquímica humanas): en los estudios PET-[18F]-FDG, se observa un incremento en la glucólisis de las células tumorales. Es decir, aumenta el metabolismo de la glucosa y la producción de lactato mientras se observa una reducción de las rutas oxidativas. Como este radionúclido es análogo de la glucosa entra en la membrana celular empleando los mismos transportadores como glucosa (GLUT).Después, es fosforilada a [18F]-FDG-6-fosfato por la enzima hexoquinasa. Pero este metabolito ya no es un sustrato para las enzimas posteriores y en consecuencia se captura y acumula en el interior de la célula, siendo proporcional al metabolismo de la glucosa.

El tomógrafo PET permite la detección de los fotones por medio de bloques detectores en disposición anular, que rodean al paciente (360º), y que están hechos de tubos fotomultiplicadores con cristales de óxido de germanio y potasio. La señal obtenida se recoge en el ánodo. Pero…, ha de ser interpretada… Y para esto se requieren las matemáticas: en 1979GodfreyHounsfield y Alan Cormackconsiguieron el premio Nobel de medicina por su trabajo en el desarrollo de la tomografía computada.





Hoy en día, el estudio PET es el medio de diagnóstico de vanguardia que emplea las propiedades especiales de la aniquilación de los positrones creando así, con la ayuda de un software, imágenes tridimensionales de la biodistribución de un radiofármaco en el organismo. Esto permite representar los procesos bioquímicos in vivo, como por ejemplo: el metabolismo de glucosa del que ya hemos hablado, el transporte de aminoácidos, el flujo sanguíneo, los neurorreceptores, etc. Y también nos sirve de ejemplo como fusión intradisciplinar de distintas ramas de la ciencia, al servicio del hombre.







jueves, 9 de agosto de 2012

Medicina XXL



"En EEUU cada vez más médicos descubren que sus pacientes obesos no caben en las máquinas de imagen"




  • En EEUU la obesidad afecta al 5-6% de la población, en España no llega al 1%


  • La limitación sólo ocurre cuando hay que explorar tórax y abdomen


  • De momento, el mayor problema para los médicos españoles es la claustrofobia



No es nada nuevo decir que la obesidad es una enfermedades del siglo XXI que, día tras día, va en aumento. A los problemas de salud que acarrea, le acompañan algunas dificultades difíciles de imaginar. En EEUU, por ejemplo, cada vez más médicos descubren que sus pacientes obesos no caben en las máquinas de imagen.
Así lo ha alertado recientemente la Asociación Americana de Radiología (RSNA), http://www.rsna.org: "Cada vez más, la obesidad se convierte en un problema para los departamentos de radiología y para los propios radiólogos". Según señala en este informe el doctor Maureen Seluta, radiólogo del Hospital General de Massachusetts (EEUU), todavía no se ha acostumbrado a la desagradable tarea de decirle a un paciente que no cabe en la máquina de fluoroscopia (una prueba de rayos X que analiza estructuras internas del organismo en movimiento).
Pero a pesar de las alarmas, la situación en España todavía no ha llegado a estos extremos. Así lo explica a ELMUNDO.es el doctor Ginés Madrid, presidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). "En EEUU, la obesidad afecta al 5%-6% de la población, pero en España no alcanza ni el 1%". Por tanto, afirma este especialista, en nuestro país se podría definir, al menos de momento, como un "inconveniente casual".
Salvo en el caso de hospitales de referencia para ciertas patologías, aclara el doctor, las dificultades para la realización de una prueba radiológica, como la Tomografía Axial (TAC o escáner) o la Resonancia Magnética es, en la actualidad, una limitación aislada más que un problema establecido. Además, puntualiza que esto sólo ocurre cuando la zona a explorar es la región toraco-abdominal. "Cuando se trata de examinar otras áreas, como cerebro, cuello o extremidades, no existe en general, tal restricción".

Indicaciones con los pacientes

Para el presidente de SERAM, comunicar a un paciente que debido al tamaño de su abdomen no es posible introducirle en el 'anillo' del escáner, debe hacerse con los mismos criterios que se utilizan para transmitir cualquier otra información médica: claridad, respeto, mesura, sentido común y, sobre todo, empatía. "Son pacientes con un largo recorrido asistencial que se han visto en la necesidad de sortear muchos inconvenientes, como el tamaño y la resistencia de mesas de quirófano, por lo que las explicaciones resultan más sencillas", afirma el especialista.
Además, aclara que en gran parte de los servicios de Imagen Radiológica, antes de iniciar cualquier tipo de prueba, se les realiza una medición de su perímetro abdominal. El resultado orienta a los médicos hacia "la probabilidad de poder llevar a cabo con éxito o no el examen".

Avances tecnológicos

En España los equipos instalados en la mayoría de hospitales tienen las medidas estándar, según explica el doctor Madrid; aunque cada vez más se empiezan a introducir máquinas de mayor diámetro. "El aumento creciente del fenómeno de la obesidad mórbida está impulsando a los fabricantes a diseñar equipos con un diámetro del Gantry (el anillo de las máquinas de radiografía) de entre 90 y 120 cm", recalca.
Un ejemplo de ello es la compañía eléctrica y de telecomunicaciones Siemens. "Todos nuestros equipos de diagnóstico por imagen están adaptados para pacientes con obesidad", aclara a este periódico la compañía. Por ejemplo, señala que los equipos de TAC no presentan este problema porque ya de por sí cuentan con un gantry de 85 cm, o en el caso de las mesas (tanto para equipos de angiografía, como para rayos) se diseñan para soportar hasta 250 kg de peso.
Pero si hay un problema mucho mayor, que sí provoca a menudo suspensiones de pruebas, ése es sin duda la claustofobia. "Es un fenómenos que resulta incontrolable para quien lo padece". Por ello, desde hace ya algunos años se están introduciendo en el mercado máquinas 'abiertas'.





Medicina XXL



"En EEUU cada vez más médicos descubren que sus pacientes obesos no caben en las máquinas de imagen"




  • En EEUU la obesidad afecta al 5-6% de la población, en España no llega al 1%


  • La limitación sólo ocurre cuando hay que explorar tórax y abdomen


  • De momento, el mayor problema para los médicos españoles es la claustrofobia



No es nada nuevo decir que la obesidad es una enfermedades del siglo XXI que, día tras día, va en aumento. A los problemas de salud que acarrea, le acompañan algunas dificultades difíciles de imaginar. En EEUU, por ejemplo, cada vez más médicos descubren que sus pacientes obesos no caben en las máquinas de imagen.
Así lo ha alertado recientemente la Asociación Americana de Radiología (RSNA), http://www.rsna.org: "Cada vez más, la obesidad se convierte en un problema para los departamentos de radiología y para los propios radiólogos". Según señala en este informe el doctor Maureen Seluta, radiólogo del Hospital General de Massachusetts (EEUU), todavía no se ha acostumbrado a la desagradable tarea de decirle a un paciente que no cabe en la máquina de fluoroscopia (una prueba de rayos X que analiza estructuras internas del organismo en movimiento).
Pero a pesar de las alarmas, la situación en España todavía no ha llegado a estos extremos. Así lo explica a ELMUNDO.es el doctor Ginés Madrid, presidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). "En EEUU, la obesidad afecta al 5%-6% de la población, pero en España no alcanza ni el 1%". Por tanto, afirma este especialista, en nuestro país se podría definir, al menos de momento, como un "inconveniente casual".
Salvo en el caso de hospitales de referencia para ciertas patologías, aclara el doctor, las dificultades para la realización de una prueba radiológica, como la Tomografía Axial (TAC o escáner) o la Resonancia Magnética es, en la actualidad, una limitación aislada más que un problema establecido. Además, puntualiza que esto sólo ocurre cuando la zona a explorar es la región toraco-abdominal. "Cuando se trata de examinar otras áreas, como cerebro, cuello o extremidades, no existe en general, tal restricción".

Indicaciones con los pacientes

Para el presidente de SERAM, comunicar a un paciente que debido al tamaño de su abdomen no es posible introducirle en el 'anillo' del escáner, debe hacerse con los mismos criterios que se utilizan para transmitir cualquier otra información médica: claridad, respeto, mesura, sentido común y, sobre todo, empatía. "Son pacientes con un largo recorrido asistencial que se han visto en la necesidad de sortear muchos inconvenientes, como el tamaño y la resistencia de mesas de quirófano, por lo que las explicaciones resultan más sencillas", afirma el especialista.
Además, aclara que en gran parte de los servicios de Imagen Radiológica, antes de iniciar cualquier tipo de prueba, se les realiza una medición de su perímetro abdominal. El resultado orienta a los médicos hacia "la probabilidad de poder llevar a cabo con éxito o no el examen".

Avances tecnológicos

En España los equipos instalados en la mayoría de hospitales tienen las medidas estándar, según explica el doctor Madrid; aunque cada vez más se empiezan a introducir máquinas de mayor diámetro. "El aumento creciente del fenómeno de la obesidad mórbida está impulsando a los fabricantes a diseñar equipos con un diámetro del Gantry (el anillo de las máquinas de radiografía) de entre 90 y 120 cm", recalca.
Un ejemplo de ello es la compañía eléctrica y de telecomunicaciones Siemens. "Todos nuestros equipos de diagnóstico por imagen están adaptados para pacientes con obesidad", aclara a este periódico la compañía. Por ejemplo, señala que los equipos de TAC no presentan este problema porque ya de por sí cuentan con un gantry de 85 cm, o en el caso de las mesas (tanto para equipos de angiografía, como para rayos) se diseñan para soportar hasta 250 kg de peso.
Pero si hay un problema mucho mayor, que sí provoca a menudo suspensiones de pruebas, ése es sin duda la claustofobia. "Es un fenómenos que resulta incontrolable para quien lo padece". Por ello, desde hace ya algunos años se están introduciendo en el mercado máquinas 'abiertas'.





miércoles, 1 de agosto de 2012

¿Hacerme muchas mamografías aumenta el riesgo de cáncer de mama?


Las dosis de radiación que una mujer puede recibir haciéndose una mamografía anual no llega, ni de lejos, a rozar las dosis máximas tolerables por dicho órgano.



Esta es una cuestión que preocupa a las mujeres que están en estudio por lesiones mamarias o en aquellas que, por su edad o sus factores de riesgo familiares o personales, precisan realizarse mamografías de manera periódica.
Las dosis de radiación que una mujer puede recibir a lo largo de su vida por el hecho de hacerse una mamografía, por ejemplo, anual no llega, ni de lejos, a rozar las dosis máximas tolerables por dicho órgano.


Pongamos un ejemplo: en la actualidad, una mujer con un riesgo normal de desarrollar cáncer de mama iniciará sus revisiones mamográficas a partir de los 45-50 años; si cada año se hace una, significa que, hasta los 70-75 años de edad se habrá hecho entre 20 y 30 mamografías, lo que supone una irradiación total acumulada por debajo de lo que son las dosis tóxicas de radiación para ese órgano.
Además, si añadimos que los actuales aparatos de mamografía necesitan menos radiación para ver, incluso mejor, la glándula mamaria que los más antiguos, este riesgo se reduce aún más.
Lo que no debemos olvidar es que la realización periódica de este tipo de pruebas incrementa la tasa de diagnósticos precoces y reduce la mortalidad por cáncer de mama.
Como excepción, decir que algunas mujeres pueden presentar un mayor riesgo de daño por la radiación como pueden ser aquellas que recibieron tratamiento radioterápico en la juventud en esa zona o aquellas que presentan alteraciones genéticas específicas (por ejemplo, mutaciones en el gen RB).


¿Hacerme muchas mamografías aumenta el riesgo de cáncer de mama?


Las dosis de radiación que una mujer puede recibir haciéndose una mamografía anual no llega, ni de lejos, a rozar las dosis máximas tolerables por dicho órgano.



Esta es una cuestión que preocupa a las mujeres que están en estudio por lesiones mamarias o en aquellas que, por su edad o sus factores de riesgo familiares o personales, precisan realizarse mamografías de manera periódica.
Las dosis de radiación que una mujer puede recibir a lo largo de su vida por el hecho de hacerse una mamografía, por ejemplo, anual no llega, ni de lejos, a rozar las dosis máximas tolerables por dicho órgano.


Pongamos un ejemplo: en la actualidad, una mujer con un riesgo normal de desarrollar cáncer de mama iniciará sus revisiones mamográficas a partir de los 45-50 años; si cada año se hace una, significa que, hasta los 70-75 años de edad se habrá hecho entre 20 y 30 mamografías, lo que supone una irradiación total acumulada por debajo de lo que son las dosis tóxicas de radiación para ese órgano.
Además, si añadimos que los actuales aparatos de mamografía necesitan menos radiación para ver, incluso mejor, la glándula mamaria que los más antiguos, este riesgo se reduce aún más.
Lo que no debemos olvidar es que la realización periódica de este tipo de pruebas incrementa la tasa de diagnósticos precoces y reduce la mortalidad por cáncer de mama.
Como excepción, decir que algunas mujeres pueden presentar un mayor riesgo de daño por la radiación como pueden ser aquellas que recibieron tratamiento radioterápico en la juventud en esa zona o aquellas que presentan alteraciones genéticas específicas (por ejemplo, mutaciones en el gen RB).