Pestañas

martes, 27 de enero de 2015

Avance en el campo de la Resonancia Magnetica




Científicos valencianos crean la primera resonancia que verá los dientes


El instituto I3M de la Politècnica y el CSIC que dirige el físico José María Benlloch últiman para finales de año un prototipo de una RMI dental que supondrá una innovación a nivel mundial



El físico experimental José María Benlloch (Valencia, 1962), creador del primer grupo de investigación en imagen biomédica de España, acaba de recibir de manos del rey Felipe VI el Premio Nacional de Investigación 2014 en el área de Ingenierías por su contribución a la aplicación de la imagen molecular en biomedicina. El jurado destaca no solo la producción científica de «alta calidad» de Benlloch en el campo de la toma de imágenes del funcionamiento de las células y de los procesos fisiológicos que ocurren en el interior de los seres vivos, sino también su labor de transferencia tecnológica.
Esta apuesta por el siempre complicado paso de la investigación básica a la innovación se concreta en una quincena de patentes «de gran impacto económico y social y en la creación de varias empresas de base tecnológica», entre ellas la empresa emergente (start-up) Oncovision especializada en visión molecular aplicada al diagnóstico y tratamiento del cáncer.
Benlloch, científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dirige El Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M), un centro de investigación mixto de la Universitat Politècnica de València (UPV), el CSIC y el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat).
El I3M ha abierto un nuevo campo en la imagen por resonancia magnética (RMI, por sus siglas en inglés) al desarrollar una técnica que permite ver por primera vez tejidos duros como dientes y huesos. Benlloch explica que esta innovación es «bastante revolucionaria, pues las resonancias a día de hoy no ven los dientes y huesos, que salen como una sombra negra. La RMI ve muy bien tejidos blandos, pero para dientes y huesos hay que recurrir a los rayos X o a la tomografía axial computarizada (TAC) que aprecian el tejido blando regular tirando a mal».
El científico resalta que los huesos y dientes son opacos para las resonancias «porque la señal que emiten es muy rápida para que la detecten los equipos convencionales». La tecnología del I3M en resonancia magnética dental, una innovación a nivel mundial, según Benlloch conjuga «dos grandes ventajas: la primera es que la RMI no utiliza radiación, y la segunda es que en la misma imagen vemos no sólo los dientes y el nervio, sino también la encía, una información que no dan los rayos X o el TAC».
El director del I3M cuenta que esta linea de investigación «está bastante activa en EE UU y Corea del Sur, pero nuestro grupo va por delante pues a finales de este año queremos tener listo un prototipo». «Ahora ya estamos viendo unidades dentales y el siguiente paso es ver toda la dentadura de golpe», añade.
Tecnología para ver la mente
Además, Benlloch también coordina el proyecto europeo MindView para el desarrollo de tecnología que pueda ver el funcionamiento del cerebro al emplear simultáneamente la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés) que mide la actividad metabólica de las células.

El consorcio de 10 institutos y empresas que participan en este proyecto de 7 millones de euros prevé tener listo un primer prototipo de PET más RMI cerebral dentro de seis meses. «El objetivo „subraya el físico„ es ver simultáneamente y dinámicamente o a lo largo del tiempo, a donde se desplazan los neurotransmisores y qué zonas del cerebro se activan, una información que pensamos que es esencial para el diagnóstico de enfermedades como la esquizofrenia o la depresión severa». Además del I3M valenciano, otros socios destacados de MindView son el Instituto Karolinska de Estocolmo y el Hospital de la Universidad Técnica de Múnich.





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